El Ayuntamiento entrega el Premio Alfonso Grosso de pintura a Adrián Marmolejo por ‘Cotidianidades Calle Bami’ como ganador

Adrián Marmolejo Clarhed por ‘Cotidianidades Calle Bami’, ha conseguido el primer premio del certamen de pintura del ‘Alfonso Grosso’. Este certamen, que convoca el Ayuntamiento de Sevilla a través del Distrito Sur, ha expuesto a los finalistas en el Centro Cívico Torre del Agua y por primera vez, en la Casa Consistorial de Plaza Nueva para ofrecer mayor difusión a los trabajos de los participantes. Sobre estas candidaturas ha tomado la decisión final el jurado compuesto por David Cobos, vicerrector de la Universidad de Sevilla; David Serrano, doctor en Bellas Artes de la Universidad de Sevilla; y María Genís, Coordinadora del Instituto de la Cultura y las Artes (ICAS).

La delegada del Distrito Sur, Marisa Gómez, ha destacado “la estrecha relación de este certamen con la ciudadanía y el impulso que supone para todos los que además de una especial sensibilidad artística, quieren profundizar en nuestras calles como espacio de convivencia y en nuestra historia como fuente inspiración” en la visita que ha realizado junto al delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz.

El segundo premio ha recaído en Gonzalo Rodríguez Gómez por ‘Azoteas en El Porvenir’. Y el tercer premio para Francisco Martín Barea por ‘Victoria Alada’. Este concurso incluía una importante dotación económica que en esta edición alcanzaba los 1.500 euros para el primer premio, 1.000 para el segundo y 600 para el tercero. Entre sus bases solicitaba la presentación de originales que giraran en torno a los barrios del distrito como eje temático.

Alfonso Grosso Sánchez, pintor que da nombre a este premio, nació en Sevilla el 1 de septiembre de 1893 y murió el 12 de diciembre de 1983. Fue un importante pintor español, formado en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla y discípulo de José García Ramos y Gonzalo Bilbao. Centró siempre su actividad en temas costumbristas, religiosos y retratos.

Abundan en su obra personajes populares andaluces, como bailaoras, toreros, gitanos y cantaoras. Otro de sus temas preferidos fue el interior de edificios religiosos, sobre todo conventos de clausura. A partir de 1920 fue cuando penetró en el campo del retrato. De esa fecha es el que realizó a su madre. Fue nombrado profesor de la Escuela de Bellas Artes de Sevilla en 1940, donde obtuvo la Cátedra de Colorido y Composición. Fue también director del Museo de Bellas Artes de Sevilla y académico de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría. Su obra se calcula en unos 2.000 lienzos. Realizó diferentes exposiciones tanto en España como en Buenos Aires y Nueva York.