'Tablao', de Fuera de Serie

TABLAO es un espectáculo inspirado en el universo estético y referencial del flamenco de los años 70 y 80 a través de la memoria de los cuadros flamencos de los tablaos.  Recordamos el espacio del tablao, coetáneo de los grandes festivales de verano y de los grandes espectáculos en gira, como la fragua del flamenco, la universidad donde el artista se forma, el lugar donde los palos más demandados se escuchan junto a los más olvidados y donde el cante, como eje, se forja al pie de la letra. La caña, la soleá, el taranto, la seguiriya, por supuesto, pero también los jaleos, la rumba y los fandangos de Huelva. En el tablao se crean las condiciones donde esta diversidad es posible. Y así, desde la textura de lo tradicional, con sorpresas y con reencuentros, va evolucionando el flamenco. 

En la recámara de nuestra memoria están los tablaos de Madrid, Sevilla, Málaga, Barcelona…  Nombres tan sonoros como el Corral de la Morería, Canasteros, el Corral de la Pacheca, Torrebermejas, El Guajiro, Los Gallos, El Patio Sevillano, el Tablao del Arenal… Y por supuesto, las experiencias en tablaos de figuras como las de Lebrijano, Antonio Mairena, Juanito Villar, José Mercé, Pansequito, Matilde Coral, Farruco, Rafael El Negro, Paco Cepero, Camarón de la Isla...

En 2021, TABLAO, y desde el contexto que habitamos, es una posibilidad para destacar la capacidad creadora y personal de los jóvenes de barrios de la periferia hispalense e invitarles a una mirada atrás en el tiempo, para saber dónde estamos y así saber de dónde venimos; para cuidar un legado tan grande como el del arte flamenco del siglo XX y poder así devolverlo como nuevo al siglo XXI. Tradición y evolución. TABLAO.

Dirección de la propuesta
Como director, José Suarez ‘El Torombo’, bailaor, palmero y maestro del arte flamenco, pone la mirada en esos años para llevar a los jóvenes a interpretar el oficio del arte flamenco de tablao, aquel donde las maneras del sonido, de las palmas, los jaleos, el baile, el cante y el toque son más las de sentir y transmitir, de la espontaneidad, que las del mucho pensar. En consonancia, aboga por una puesta en escena sencilla, casi circular, más proclive a la comunión con el artista que al análisis distanciado.

El elenco

TABLAO está hecho de jóvenes talentos del Proyecto Flamenco Fuera de Serie, que se define bajo la máxima de practicar un arte sin colorantes y sin conservantes, de jóvenes cuyos abuelos han sido maestros de la historia del arte flamenco, de los que muchos de ellos en aquellos tiempos estaban en los tablaos, como profesionales y como fedatarios de un legado. Así unimos memorias familiares y memoria artística. Una familia artística formada por una representación sui generis de muchas familias:

  • Josemi del Marsellés, cantaor, de la familia del Tío Marsellés, conectado con Morenito de Íllora, con Diego El Cigala.
  • Fali del Eléctrico, percusionista y palmero, nieto de Rafael El Eléctrico, viene de la familia del Maestro Rafael El Negro, con ascendientes toreros y flamencos creadores de cantes, como Los Caganchos de Triana.
  • Sinaí de la Revuelo, cantaora, nieta de la Tía Juana del Revuelo y de Martín de Revuelo, cantaor de las máximas figuras de aquel tiempo, con especial recuerdo a su relación con Los Bolecos.
  • Antonio Amaya El Panchito, cantaor, descendiente de El Piqui, el Morao y de Antonio Amaya El Bujero.
  • Antonio Amaya El Petete, bailaor, primo hermano de Panchito y compartiendo genealogías, conectados con Los Gastoreños y Los Negros de Ronda.
  • Julián Cortés, tocaor, criado en las 3000 pero desciende de Granada y de la verdad de las cuevas del Sacromonte.
  • Diego Amador, cantaor, el benjamín del cuadro, de los Amador de Ramón y Luis, guitarristas de los tablaos de Sevilla, conectado con Rafael y Raimundo, con Juan José y Diego Amador Churri.
  • Vito Jiménez, cantaor, criado en el éxodo trianero del Polígono Sur, de la familia de los Biencasaos, cercano en las formas a Angelita Vargas pero también a Aurora Vargas.
  • Emilio Castañeda, bailaor, que nace de la tradición de la Alameda de Hércules y su profunda afición andaluza al flamenco.
  • Alba Serrano y Beatriz Cruz, bailaoras, formadas en escuelas pero enamoradas del sonido de Polígono Sur y de sus formas de trasmisión.

Entradas por invitación. 

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