Guillermo Paneque invita a redescubrir el Espacio Santa Clara en la exposición ‘Algo más, tal vez, nada más’

Noticia - publicada 19/05/2022

El artista visual sevillano se inspira en la historia y los distintos usos del Convento para proponer un relato que navega entre lo documental y la especulación ficcional y que podrá visitarse hasta el 17 de julio

Inspirándose en la historia y los distintos usos del edificio, la clausura de las órdenes conventuales y su propia restauración, Guillermo Paneque invita a redescubrir el Espacio Santa Clara del Ayuntamiento de Sevilla en Algo más, tal vez, nada más, un interesante recorrido expositivo que se ha inaugurado hoy que podrá visitarse hasta el 17 de julio. Aquí, a través de un conjunto de nuevas obras, concebidas específicamente para los diferentes espacios del Convento de Santa Clara (los dormitorios, bajo y alto, y el refectorio), Paneque cuestiona sobre lo que constituye una experiencia creando una suerte de relato donde aborda la idea de la desaparición y de la transformación.

Así, con una práctica asociada a menudo entre el documental y la especulación ficcional, el creador, uno de los artistas contemporáneos más significativos desde la década de los 80, habitual en los principales museos y centros de arte europeos, teje una serie de relaciones entre determinadas biografías y objetos sevillanos con piezas, dibujos, vídeos, fotografías y sonido. Además de una publicación que, a modo de flash back, se publicará cuando termine la exposición. 

En este sentido, como explica el propio Paneque, uno de los fundadores de la mítica revista Figura, “mi trabajo nunca funciona en aislamiento, sino que encuentra su sentido o su interés en el diálogo permanente con otras obras, contextos e historias. Funciona como un palimpsesto que al mismo tiempo resguarda el trazo de un trabajo anterior y propone una nueva composición, oscilando entre la repetición inacabable y la especulación sobre lo que se ha omitido”.  De hecho, el sevillano no trabaja exclusivamente en un solo medio o formato artístico, sino que genera múltiples conexiones y relaciones entre las obras, asumiendo diferentes roles según la naturaleza de los proyectos que afronta, en vez de considerarlos como meras entidades fijas y aisladas. Así, en su práctica artística Guillermo Paneque toma prestados métodos y medios, de la antropología al cine, para explorar lugares de transición social y psicológica.

En concreto, Algo más, tal vez, nada más se divide en tres zonas y propone iniciar la sumersión en Lo evidente, la evidencia, la prueba, 2022, expuesta en el dormitorio bajo. Estas piezas propician la hipótesis de una desaparición: una radiografía de un estado moral claustrofóbico que desvela fisuras y permite extraer algunas hipótesis acerca del lugar del artista.

Ya en el dormitorio alto el artista explora en la instalación Tiene que haber un desvío, 2022 la imagen del pasado que se crearía desde el presente al activar una serie de objetos familiares del padre del artista. Fascinado por ese encuentro, Paneque descubre e imita sorprendentes encuentros y estados mentales. 

Por último, La palabra detrás. Ensayos a pantalla completa, 2022, en el refectorio, aborda la idea de un viaje desde la distancia y la narración a través de inscripciones corporales. De una forma simbólica la fantasía nace en el imaginario del “actor”, en la oscuridad, en el silencio… Para viajar a África, el protagonista cierra los ojos: eso es todo.

Finalmente, el libro que se editará plantea una correspondencia entre un texto sobre el proyecto, diferentes personajes y obras, una comunidad de monjas de clausura, fragmentos literarios, el tiempo y la lógica de una exposición.

A pesar de que sus obras parecen ir cambiando sin continuidad de estilo, en Guillermo Paneque hay profundas líneas que las relacionan entre sí, como la tensión de la representación entre realidad y ficción, la atención al medio expositivo y al lugar que el espectador ocupa en los procesos de recepción de las imágenes, como agente y testigo de la condición enigmática del trabajo. 

Sobre Guillermo Paneque

Guillermo Paneque (Sevilla, 1963) cursó estudios artísticos en la Universidad de Sevilla (1981-84). En 1983, fundó y posteriormente dirigió la revista de arte Figura. Desde 1986 ha expuesto individualmente en galerías y museos, siendo su obra representada en importantes exposiciones individuales y de grupo: Kunstverein Hamburg, Stuttgart y Francfort; Fundación La Caixa, Madrid; XLII Bienal de Venecia; Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid; Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris; FRAC Rhône-Alpes, Lyon; Stäatliche Kunsthalle, Berlín; Ny Carlsberg Glyptotek, Copenhague; Museo Rufino Tamayo, México; CAC, Málaga; CAAC, Sevilla; CGAC, Santiago de Compostela; Fundación Juan March, entre otras. 

Su obra está representada en importantes colecciones públicas y privadas. 

En 1993, ampliando su práctica escultórica a otros medios, se trasladó a Nueva York, donde cursó estudios de cine en New York University y Film/Video Arts (1995-98), iniciando una nueva filosofía de trabajo. En 2008 completó la licenciatura de Comunicación Audiovisual en la Universidad Carlos III, Madrid. 

Desde 1997 ha realizado proyectos audiovisuales en diferentes formatos y contextos: Suave, no tan lento (Bajorrelieve) (1997); Lento gana más (1999), en colaboración con el arquitecto Luis Feduchi; el largometraje Tanto tiempo, (2001); The Unsolicited piece (2014), participando en numerosos festivales. En 2012 recibió una beca de la Fundación Botín para realizar el proyecto ‘El Revés en Manila’. 

Desde 2005 inicia una “agencia de talento”, especializada en producción de formatos artísticos y editoriales. Desde 2012 ha comisariado diferentes exposiciones: la serie El Intruso, en las galerías Michel Soskine, Heinrich Ehrhardt, Madrid y 1335Mabini, Manila; Los Ojos del Tiempo, Cádiz; y Zóbel. Contrapuntos, para la sección oficial de la Bienal de Venecia, 2017. 

En la actualidad, completa la edición del largometraje experimental La noche del mediodía, rodado en la isla de El Hierro.